El debate fue impulsado por Yildiz Temürtürkan (Turquía), Jean Enriquez (Filipinas), Priya Johnson (Estados Unidos) y Bernadete Monteiro (Brasil), con mediación de Bushra Khalis (Paquistán). La reflexión propuesta fue sobre cómo se construyen y se expresan el control, el conservadurismo y el antifeminismo en la coyuntura internacional.
Yildiz dijo que lo que se está llamando como “populismo de derecha” es, en realidad, el fascismo que se reorganiza en el contexto internacional. Ella afirma que el antifeminismo es un elemento central de las construcciones de la nueva orden neoliberal.
Para Jean, “el neoliberalismo es un proyecto autoritario para los más pobres”. Una de las herramientas utilizadas por el sistema es la guerra a las drogas. Ella dice que no se puede perder de vista las perspectivas radicales del feminismo, y que la defensa de la democracia no puede disociarse de la lucha por la transformación de ese modelo basado en la ganancia y en la precarización de la vida de las mujeres.
Priya, reflexionando sobre la coyuntura de EE.UU., recuerda que la agenda hoy representada por Donald Trump tiene raíces antiguas y profundas en la historia de EE.UU. e reensambla al genocidio de los pueblos indígenas. Priya también critica a la militarización de la vida, el encarcelamiento del pueblo negro, la criminalización de los movimientos, la xenofobia y la monopolización de los medios de comunicación. Como una de las salidas posibles, Priya convoca la construcción de solidaridad entre las fronteras.
Bernadete hizo aproximaciones y especificidades del contexto brasileño, recordando al ascenso de la derecha nacional a partir de 2010, relacionada al seguimiento de la crisis internacional de 2008. Si, en otros momentos, el neoliberalismo se ha apoyado en la defensa de la democracia, hoy la dispensa. Bernadete también recordó el lugar de Latinoamérica en esta configuración internacional, que vive bajo ataques y es estratégica para la nueva orden de acumulación del capital.