La conferencia reunió a Graça Samo (MMM – Mozambique), Karin Nansen (Amigos de la Tierra – Uruguay), Wendy Cruz Sanchez (Vía Campesina – Honduras), con mediación de Tica Moreno ( MMM – Brasil). Las mujeres presentaron y discutieron la perspectiva de la economía feminista y las acciones estratégicas necesarias para la reorganización de la producción y la reproducción, partiendo de visiones estratégicas comúnes entre la Marcha Mundial de las Mujeres y estas organizaciones aliadas.
Wendy afirmó que estamos viviendo un desaparecimiento del Estado como garantizador de derechos y que, por otra parte, hay un falso discurso sobre representatividad que lleva algunas mujeres a sentirse parte de este sistema que produce ganancia y desesperanza. Ella alertó que el capitalismo tiene diversas maneras de recomponerse y que nosotras, que luchamos contra este sistema, tenemos que crear nuevas estrategias para hacer el enfrentamiento. Es necesario, segundo ella, exponer la concretud de este sistema de muerte. No se puede permitir la normalización del agronegocio, de la militarización y de los megaproyetos de construcción. Para ella, las respuestas colectivas a esta realidad también tienen que ser concretas. Para la Vía Campesina, la soberania alimentaria y de los pueblos es parte importante de esta propuesta de resistencia.
Para Karin, es bajo las bases de la economía feminista que debe construirse la crítica a la crisis económica, cuya causa es el modo de funcionamiento del sistema capitalista, donde los bienes comúnes y el trabajo de las mujeres son comprendidas como fuentes inagotables de explotación. Romper con este sistema, por eso, es romper con la división sexual del trabajo. Si, hoy, las mujeres son línea de frente en las luchas socioeconómicas, es porque hay un compromiso profundo con la transformación del mundo y de la vida de las mujeres, y no por una conexión natural.
Graça Samo cree en lo mismo. Para ella, es necesario que las mujeres estean unidas para enfrentar a los “gigantes” de este sistema que mata, todos los días. Solo a partir de las experiencias de las mulheres que se vuelve posible pensar en soluciones para la expoliación. Graça también defiende que el movimiento feminista antisistémico necesita tener agenda propia y valorar sus propios procesos organizativos.
Para Tica Moreno, de Brasil, la diversidad de experiencias y de mujeres que componen las organizaciones feministas antisistémicas debe ser una fortaleza, al reves de ser fuente de fragmentación. Son estas organizaciones que tienen la capacidad de hacer una crítica integral al sistema capitalista y poner la defensa de la vida como interés central.
Con estas reflexiones, se cerró el primer día de Taller Internacional. La actividad reune militantes feministas de paises de las Américas, Europa, África, Asia y Medio Oriente, y es un espacio de formulación de reflexiones estratégicas.